Historia de la "Capitaleja"

 

Una de las capitales de provincia de Castilla-la Mancha, cuyo paisaje participa tanto de la llanura manchega, regada por el Guadiana, como de pequeños cerros volcánicos además de pequeñas sierras cuarcíticas.

 

Los primeros indicios de asentamiento humano se corresponden con la ocupación del cerro de Alarcos, situado a 8 km de Ciudad Real. Situado en un enclave estratégico, en un cerro elevado en la margen izquierda del río Guadiana, que le permite controlar el paso entre la Meseta y Andalucía, a través de los Montes de Toledo y Sierra Morena, fue un lugar idóneo para el asentamiento de grupos humanos. Los hallazgos arqueológicos demuestran la ocupación humana del cerro desde el final de la Edad del Bronce hasta la Plena Edad Media, con un largo periodo intermedio de despoblación en la época romana y visigoda. Los trabajos de excavación y restauración que se vienen realizando en el yacimiento desde 1984 han permitido recuperar un sector de la trama urbana de la ciudad íbera, así como buena parte de la muralla y del castillo medievales. En la actualidad está declarado como Parque Arqueológico.

 

Aquí tuvo lugar en 1195 la Batalla de Alarcos que supuso una grave derrota para el ejército cristiano. A partir de ese momento comienza el declive de Alarcos. Alfonso X es incapaz de repoblarla por lo que trasladó sus habitantes a una aldea próxima llamada Pozo Seco de Don Gil y allí funda Villa Real en 1255.

De la cultura íberica (siglos VI-III a. C.) se han encontrado importantes vestigios por todo el cerro, entre los que sobresalen restos urbanos, un gran número de exvotos y esculturas de piedras zoomorfas, los restos de un santuario, una necrópolis y un gran sistema viario. Las ruinas del antiguo oppidum íberico y de la ciudad medieval de Alarcos constituyen uno de los conjuntos arqueológicos más importantes y más extensos (33 ha) de Castilla-La Mancha y se encuentra rodeada de una muralla de 3 metros de espesor; fue construida en el siglo XII, poco antes de la batalla, siendo parcialmente destruida, como demuestran la gran cantidad de armas aparecidas junto a ella.

 

El castillo o alcazaba se encuentra situado en el punto más alto del cerro y es un recinto rectangular de 100 x 60 m que presenta una torre cuadrangular en cada una de las esquinas y otra más en el centro de los lados y una torre pentagonal y foso inconcluso. En el interior se conservan restos de habitaciones abovedadas, cocinas, fragua, un aljibe… Fue construida al mismo tiempo que la muralla, sobre una antigua construcción del siglo XI. La ermita, situada en un extremo, es gótica de los siglos XIII y XIV, con algunas transformaciones posteriores. Conserva restos de artesonados mudéjares y en su fachada principal, sobre la puerta un importante rosetón de tracería. Desde su fundación en el siglo XIII, tras la victoria cristiana de las Navas de Tolosa y  tras el traslado de su población a Villa Real, se edificó esta ermita dedicada a la Virgen de Alarcos donde se celebra la romería en honor a la Virgen el domingo y el lunes de Pentecostés.

 

Alfonso X el Sabio, como hemos dicho, manda fundar Villa Real (la actual Ciudad Real) como villa de realengo para equilibrar el inmenso poder de las Órdenes Militares (Calatrava, San Juan y Santiago) en esta provincia. Le concede una Carta Puebla para propiciar su repoblación y una serie de privilegios a sus habitantes. En 1262 se le incrementan esos privilegios, que serían confirmados más tarde, en 1282, por Sancho IV. En el siglo XIV se inicia la construcción de la Puerta de Toledo, como parte de las murallas que rodeaban enteramente la ciudad. Poco después, en 1346, Alfonso XI reúne aquí las Cortes de Castilla. En 1420 el rey Juan II, padre de Isabel I, concede a la villa el título de ciudad, que pasa a denominarse desde entonces Ciudad Real.

 

Su máximo relieve la ciudad lo alcanza con los Reyes Católicos, en 1475 confirman los privilegios de la Hermandad Vieja, una especie de milicia contra el bandidaje; en 1483 crean aquí una sede del Tribunal de la Inquisición; en 1485 la reina Isabel visita la ciudad, y en 1494 fundan una Chancillería o audiencia, para resolver todo tipo de litigios administrativos: este organismo permanecerá en Ciudad Real once años, hasta su traslado a Granada (1505).

 

Durante toda la Edad Media conviven en la ciudad, cristianos, moriscos y judíos, como lo demuestran barrios con esos nombres y la puerta de la sinagoga que se conserva hoy en el Museo Provincial.

 

En 1691 Ciudad Real es la capital de la Mancha, aunque en el siglo siguiente, y durante un corto periodo de tiempo (1750-59) la capitalidad se trasladaría a Almagro. En 1797 se crea una Sociedad Económica de Amigos del País para fomentar el progreso de la ciudad. En esa misma época el arzobispo Lorenzana manda construir una Casa de Caridad o Beneficencia, que será utilizada como tal hasta que los ejércitos franceses (1809) la convierten en cuartel, función que ha desempeñado hasta su demolición en los últimos años del siglo XX. En 1863 llega a Ciudad Real el ferrocarril y en la década siguiente (1877) se crea la diócesis de las Órdenes Militares, segregando gran parte del territorio de esta provincia que hasta entonces había pertenecido al arzobispado de Toledo. En la restauración de la monarquía tras la I República juega un papel de cierta trascendencia la guarnición militar de Ciudad Real, que al mando del conde de Balmaseda, se une al general Martínez Campos en diciembre de 1874 para proclamar rey al futuro Alfonso XII.

 

En el siglo XX los avances más significativos han sido la implantación de un campus universitario que incluye la sede del rectorado de la universidad de Castilla-La Mancha (1985) y la llegada del AVE (Madrid-Sevilla) inaugurada en 1992, que ha facilitado sensiblemente la comunicación de la ciudad con Madrid.

Desde el punto de vista urbanístico, la ciudad empieza a crecer con más fuerza a partir de los años 20 del siglo pasado y se empieza a construir fuera de las antiguas murallas, ahora Rondas, barrios nuevos que han ido envolviendo el núcleo histórico central que aún conserva la estructura original con que se concibió en la Edad Media.

 

Respecto a la herencia artística, pocos restos quedan en Ciudad Real de su glorioso pasado medieval; sabemos que tuvo alcázar real e importantes murallas con 4,5 km de perímetro jalonados por 130 torreones y ocho puertas, quedan restos en la zona del Torreón del Alcázar. Tan solo podemos admirar la Puerta de Toledo que consta de seis arcos, ojivales los dos exteriores y de herradura los cuatro interiores. El escudo de armas de Castilla se encuentra en el exterior y esta flanqueada por dos macizos torreones de planta cuadrada. En el siglo XX se construyó la Puerta de Santa María en el espacio en el que había habido un acceso a la ciudad, utilizando para ello la portada del convento de Altagracia, demolido poco antes.

 

Del patrimonio religioso podemos destacar tres iglesias, situadas casi en los vértices de un imaginario triángulo, según los planes de Alfonso X, forman un conjunto artístico en el que se puede admirar el peculiar estilo gótico de Ciudad Real. La de Santiago es la más antigua, de finales del siglo XIII y terminada en el XIV; en ella destaca la techumbre mudéjar, descubierta bajo bóvedas barrocas, el ábside y pseudo-crucero, y las pinturas murales de la bóveda del ábside con un dragón apocalíptico de siete cabezas.

 

La Santa Iglesia Prioral Basílica de las Órdenes Militares de Santa María del Prado (o la Mayor) es la catedral desde 1875; la parte más antigua es la puerta situada a los pies del templo, de finales del XIII, principios del XIV, con un rosetón lobulado. El templo actual fue construido en distintas etapas: el ábside es del siglo XV, las bóvedas de los siglos XV y XVI; el camarín de la Virgen y la sacristía nueva son barrocos del siglo XVII y la torre es una reconstrucción de 1825 de la derribada en el siglo anterior. En su interior destaca sobre todo un magnífico retablo barroco, con la imagen de la Virgen del Prado en un trono de plata, obra de Girardo de Merlo y Juan de Hasten, terminado por Cristóbal Ruiz Delvira, trazado por Andrés de la Concha entre 1612 y 1616.

 

La tercera iglesia medieval que cierra el triángulo es la iglesia de San Pedro, posiblemente el monumento más interesante de Ciudad Real, gótica de finales del siglo XIV y añadidos del XV. El templo presenta al exterior tres puertas: la del Perdón, a los pies, con cinco arquivoltas ligeramente apuntadas y decoración de bolas y rosetas; la del evangelio también con arquivoltas apuntadas y la de la Epístola con hojas de madera claveteadas. Su fachada luce un magnífico rosetón y una esbelta torre rematada por chapitel del siglo XVIII. En el interior, de planta basilical de tres naves, destacan el monumento funerario de la capilla de los Coca, Chantre de Coria y Canónigo de Sigüenza, cuya talla recuerda el estilo del famoso Doncel, los sepulcros de sus padres y un retablo en alabastro de la Virgen de Loreto; una bella reja isabelina en la capilla de Jesús Nazareno y el coro con sillería del siglo XVI. Está declarada B.I.C. desde el año 1974.

 

Otro edificios religiosos son la Parroquia de la Merced, barroca, del siglo XVII, de la que cabe destacar su fachada; junto a ella , lo que fue el convento de la Merced, del siglo XVII y XVIII, tras la desamortización pasó a ser Instituto de Segunda Enseñanza hasta 1966, en 1998 fue cedido a la Diputación Provincial y en 2002 a la Junta de Comunidades como destino de la ampliación del Museo Provincial de Ciudad Real, acogiendo la sección de Bellas Artes, que cuenta con obras desde el siglo XVI a la actualidad y la Colección de Arte Contemporáneo de Castilla-La Mancha, un conjunto artístico reunido por el Gobierno Regional, sin duda una de las colecciones de arte contemporáneo más completa y de mayor calidad de España. El convento de Carmelitas Descalzas, fundado en 1596, de estilo renacentista y barroco, se erigió en el lugar que ocupaba la casa-hospitalito de san Andrés.

 

El ejemplo de arquitectura civil más antiguo lo tenemos frente a la catedral del Prado, la casa de Hernán Pérez del Pulgar, caballero cuyas hazañas en la toma de Granada dieron lugar a múltiples anécdotas y romances, edificada en el siglo XV con una portada reformada en el XVII y un patio en el interior columnado y una escalera renacentista. En la actualidad está ocupada por el museo López Villaseñor, dedicado a la obra de este artista.

 

Desaparecidos los tres barrios (cristiano, musulmán y judío) que conformaron la ciudad en su época de mayor esplendor, la arquitectura ciudarrealeña actual es decimonónica o de principios del siglo XX. Destaca el edificio del antiguo Palacio Medrano con bella portada neorenacentista; el antiguo casino —hoy Conservatorio de Música—, obra de Sebastián Rebollar de finales del siglo XIX, al igual que el Palacio de la Diputación Provincial, que alberga una interesante colección de pintura de los siglos XIX y XX, con obras de Ángel Andrade, Hurtado de Mendoza, Pérez Rubio, Palmero, Antonio López, Gregorio Prieto… y notables fondos escultóricos; el edificio del antiguo Banco de España, actualmente dedicado a residencia de ancianos. En el Parque Gasset podemos admirar unos jardines diseñados a principios del siglo XX y la fuente que aún conserva la azulejería del ceramista toledano Ruiz de Luna.

 

En Ciudad Real podemos visitar varios museos, además de los ya mencionados, podemos destacar el Museo Provincial, creado en 1976 e inaugurado en 1978, y en el que se recogen hallazgos arqueológicos que van desde el Paleolítico Inferior a la Edad Media de la provincia, la portada de una antigua sinagoga y una planta dedicada a las Ciencias Naturales. El Elisa Cendrero, que contiene el Archivo Histórico Municipal, con documentos del siglo XIII al XIX, estando el edificio decorado con pinturas del siglo XIX y muebles y objetos de artes decorativas (tapices, abanicos,…). El Museo de Arte Sacro Diocesano se encuentra instalado en la planta baja del Obispado, un edificio del siglo XIX, y alberga fondos de las iglesias y conventos de la provincia y entre los que se encuentran las 14 piezas recuperadas del Portapaz de Uclés, obra de Francisco Becerril de 1565. En la antigua estación de ferrocarril está ubicado el Museo del Quijote, junto al parque de Gasset, inaugurado en 2001, que alberga una colección bibliográfica con más de 3.500 volúmenes relacionados con la obra de Cervantes, pintura, escultura y diversos materiales relacionados con la genial obra.

 

Ciudad Real cuenta con dos Fiestas declaradas de Interés Turístico Regional, el Domingo de Piñata (Carnaval) y la Pandorga en honor a la Virgen del Prado que se celebra el día 31 de julio, con el nombramiento de las Dulcineas y el Pandorgo por el Alcalde y el posterior desfile y ofrenda a la Virgen, el Festival Nacional de la Seguidilla y los Toros de Fuego. La Semana Santa se vive con especial intensidad en esta ciudad, en ella participan 24 hermandades con 34 pasos casi todos ellos portados por costaleros, que convocan a casi 5.000 cofrades; está declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2006. Aquí siguen teniendo gran tradición la Fiesta de los Mayos, la noche del 30 de abril grupos ataviados con trajes regionales cantan los tradicionales Mayos a la Patrona, la Virgen del Prado y la ciudad se engalana con bellas “cruces de mayo”.